Un poco de Carranga
Un fogón sin leña no hace fuego y la leña sin fuego no arde, así como una tradición Carranguera sin sus alegres letras y sin sus sonoras melodías, son como un fogón sin leña y sin fuego.
De Lana está hecha su ruana, materiales calientes para proteger del impetuoso frío del centro del país, un sombrero achatado negro y de tiro corto termina decorando la pinta típica y cultural que acompaña este género musical. Nuestro personaje esta acompañado de Una tonalidad en su voz de corte militar cuando habla, pero cuando canta es algo mucho más diferente, y su tono militar cambia drásticamente a una modulación de más cantor sin tanta rigidez llenándose de timbres criollos y trovadores, mucho más carnavalescos, alborozado, que hasta incita al movimiento del cuerpo, tanto para aquellos que saben bailar este fandango, como para los que no lo sabemos.
Cerrando por un momento los ojos, y dándole toda la concentración al nervio por donde se endulza a cualquier ser humano retumba el tímpano, dejando que este sentido sensorial trabaje al mayor porcentaje posible. se puede distinguir que la voz del virtuoso esta escoltada por instrumentos inconfundibles como lo son la Carrasca, con su sonido rasgado, y su tenedor, un instrumento como pocos fuerte, frío por su metal, pero también lleno algarabía en cada desgarrón, gozoso y bardo, la Guitarra acústica, con sus acordes de música autóctona latino americana, de maderas delgada, gruesas, esmaltadas, pintadas y algunas con olor a ébano, roble y otras maderas, suena su caja resuenan sus cuerdas 3 agudas y 3 más gruesas que hace recordar a los pamperos, los relicarios, Garzón y Collasos y la copla de una letra encantadora llamada casas viejas con sus monumentales cifras “quien vivió en esas casas de ayer casa viejas que el tiempo habito”, un quintillo pariente del Tiple, similar, pero un poco más pequeño, de corte Andino, a simple vista es igual, pero no, no es así, instrumento para expertos de las de sirgas, cuenta con diez cuerdas y se tiene que tocar a altas velocidades, y con gran soltura de en las manos “como al demonio” por lo menos a si lo plantean los artistas, por que hasta callos en las manos puede dejar. Todos estos elementos llegan a formar una copla, llena de historia, risas, llenas de sabor y de las culturas de la médula Colombiana.
Jaime Castro es uno de los símbolos Carrangueros su género es este que describimos como algo sublime, cultural, social y musical, se llama Carranga, y sus exponentes lo resaltan como su vida, su educación y su sabiduría.

















