Pedalazos de vida son los que da Juan Pablo

 

 

En el ciclismo los héroes son de carne y hueso, tienen una condición de hombres de acero que los  hace parecer casi invencibles, recorren en su ‘caballito de hierro’ largas distancias que parecen imposibles, cuestas que llevan el cuerpo al límite, desafiando bajas temperaturas y ganándole de manera constante la carrera a los peligros.  Sus huesos parecen de acero, su carne se asemeja a una armadura que poco se ablanda ante cualquier peligro, y cuando parece que todo está perdido, esa valentía les permite levantarse ante cualquier caída que parezca funesta. Ese es el caso de Juan Pablo Calle Quintero, estudiante en práctica de la gerencia de Finanzas y Leasing del Grupo Bancolombia, quien ganó la más dura de las pruebas que ha tenido: seguir luchando por las ganas de vivir.   

 

Hace siete años el destino le cambió su suerte. Juan entrenaba como todos los días en jornadas de a cinco horas. Esa disciplina lo llevó a ser una de las grandes glorias juveniles del departamento de Antioquia. De improvisto chocó contra un vehículo pesado, ocasionándole  una lesión en la quinta vértebra cervical, lo que le produjo invalidez completa en sus miembros inferiores.  Sus ilusiones de ser un gran escarabajo se cambiaron por las ganas de luchar, de dar pedalazos de vida, de vestirse con el color de la camiseta de quienes no se rinden ante las adversidades. Ese temple, esas ganas de superarse llevaron a que ciclistas ídolos como María Luisa Calle, Santiago Botero, Martín Emilio ‘Cochise’ Rodríguez lo visitaran en la clínica.

Así como en el ciclismo Juan Pablo tuvo en sus padres y hermanos unos coequiperos que no lo dejaron solo. Esa compañía le sirvió para estar hoy a punto de recibir el título como Ingeniero Industrial, además a entregado la totalidad de sus capacidades a Bancolombia, que creyó en él y  adecuó el espacio para que trabajara de manera cómoda, para que aportara todo lo que el deporte le enseñó.

 

 

Juan Pablo nos ha enseñado que en la vida lo importante no es cuantas veces te caes sino cuantas te levantas. Hoy sonríe optimista, la primera etapa que fue luchar por sus sueños ya la ganó, ahora seguirá pedaleando por sus ilusiones para cumplir sus metas y ser un ejemplo de vida para muchas personas que teniéndolo todo no viven con felicidad. Como el más fuerte de los  escarabajos  se  aferró para no perder el titulo en la competición más difícil, la vuelta a la vida.

 “Tus circunstancias pueden no ser de tu agrado, pero no han de seguir siendo las mismas si concibes un ideal y luchas por alcanzarlo”. 

James Allen